FEIJOA SELLOWIANA (Acca o guayabo del Brasil) Características, cuidados, frutos

Este arbolillo perennifolio de la familia de las Mirtáceas, originario del Brasil y del norte de Argentina,  no es aún demasiado conocido por mi zona (Cantabria, al norte de España) y sin embargo se adapta perfectamente a estas condiciones climatológicas por lo que supongo que acabará siendo, sin tardar mucho, habitante de muchos jardines y parques.

Feijoa recién plantada

Nos ofrece tantas cosas que hay que quererlo a la fuerza: es hermoso, resistente, con floración deslumbrante y deliciosos frutos cargados de vitaminas y posibilidades culinarias.

Tiene un porte arbustivo, crece lentamente y no alcanza excesiva altura por lo que resulta muy bien en un jardín no demasiado grande.

No hay que confundirlo con la guayaba aunque son algo primos ya que ésta también es de la familia de las Mirtáceas pero de porte más alto y de frutos más grandes.

Sus hojas son elípticas, de borde liso y de un color verde brillante por el haz y plateado por el envés.

Las flores, primaverales, impresionantes, despliegan estambres y anteras muy vistosos, rojos y amarillos.

Las flores de la feijoa son autofértiles pero si se quiere una cosecha abundante y de frutos grandes y hermosos, conviene favorecer la polinización cruzada y poner algún otro ejemplar cerca.

La polinización la llevan a cabo fundamentalmente los pájaros y, entre estos, la mirla (tordus fuscater) por lo que si la veis posada en las flores no hagáis como hacía yo cuando ignoraba este dato, que la espantaba porque creía que iba a comérselas.

Los frutos, llamados feijoas o guayabos del Brasil, son  oblongos, de unos 5cm de largo, de color verde tornando a pardo a medida que maduran.

Para ojos poco expertos, casi pueden pasar desapercibidos entre el follaje ya que se confunden fácilmente con las hojas, sobre todo cuando son jóvenes.

Se recogen en octubre y noviembre. Cuando están maduras, ellas solas se desprende del árbol y caen al suelo. Es conveniente hacer visitas frecuentes al árbol para ir recogiéndolas. En este enlace: Época de feijoas: recolección, podréis encontrar información detallada de cómo y cuándo llevar a cabo la la recolección.

Su carne es muy perfumada y jugosa y muy rica en vitamina C y minerales como el yodo.

Sus semillas son blandas y cometibles. Se comen partiéndolas al medio y extrayendo la pulpa con una cucharilla.

Características mas sobresalientes

Son muy resistentes tanto a la humedad como a la sequía.
Soportan cualquier tipo de suelo siempre que no se encharque.
Se adaptan a diferentes climas. A medida que el árbol madura se hace mas resistente al frío.
Tienen una producción temprana (a partir de los 3 años) y muy larga (un mínimo de 30 años y puede llegar a los 60).

¿Qué les gusta?

• Un ambiente fresco y una humedad relativa en torno al 70%. 
• Un suelo franco-arenoso o franco-arcilloso, profundo y rico en materia orgánica.
• Riego frecuente
• Temperaturas entre 13ºC y 21ºC aunque son capaces de soportar heladas ligeras y cortas. Con las altas temperaturas sufren las hojas y los frutos.
• Si las temperaturas y la humedad ambiente son adecuadas, le gusta un lugar luminoso que puede ser incluso a pleno sol.

¿Qué no les gusta?

• El exceso de humedad en el suelo.
• El frío excesivo. No soportan las heladas fuertes y continuadas por lo que no es recomendable intentar cultivarla en climas extremados.
• Tampoco les gusta la excesiva sequedad del ambiente ni las temperaturas muy elevadas. ¿Veis por qué se adaptan divinamente a un clima oceánico como el que tenemos aquí?
• El viento.

Reproducción

Puede reproducirse mediante semilla pero no es aconsejable ya que no se aseguran las características de la planta madre.
Lo mejor es hacerlo mediante esqueje, estaca o acodo. Así, con reproducción vegetativa, se aseguran la calidad de los frutos y las buenas cosechas.
El esqueje se coge un tallo joven con talón y se planta en primavera. La estaca se coge de madera y se planta en otoño.

Abonado

Un abono compuesto NPK a finales del invierno y acolchados con materia orgánica en otoño y en caso, en verano.

Poda

Respecto a la poda yo he tardado en tener las ideas claras. Al principio leí que no era conveniente y dada mi falta de información, así lo expuse en esta página pero hoy día, después de años de experiencia y de haberme informado bastante a fondo con documentos y estudios solventes, mi idea es que resulta conveniente:

• Eliminar ramas rotas, enfermas y torcidas, con curvas pronunciadas que no permiten bien el paso de nutrientes y por tanto no producen, solo gastan.
• Eliminar ramas que crezcan verticales, paralelas al tronco que se llevan los nutrientes hacia lo alto y dejan empobrecido lo demás.
• Eliminar ramas que crezcan muy juntas de modo que no dejen pasar la luz ni el aire creando un ambiente propicio para enfermedades fúngicas.
• Aclarar la copa para que tenga buena iluminación toda ella y pueda producir fruto también en el interior.

Yo la llevo a cabo a finales del invierno o principios de la primavera. He leído en alguna página que también puede hacerse después de la cosecha pero en esa fecha no tengo experiencia.

Mi experiencia es que con este tipo de poda, el árbol no solo no deja de producir sino que lo hace mas abundantemente y con frutos mas hermosos.

Poda de renovación

Se lleva a cabo cuando el árbol ha estado abandonado y está en malas condiciones o crece muy raquítico. Se realiza una poda bastante drástica de las ramas para que haya nueva brotación en la parte que queda. Esta poda tiene el inconveniente de que nos dejará sin cosecha durante un par de años, hasta que los nuevos brotes que surgirán en la madera que dejamos florezcan y fructifiquen