Cambios en el jardín. El espliego o la lavanda
Vivimos cambios en el clima y el jardín se adapta. No queda más remedio si queremos seguir viéndolo bonito. Hemos comenzado a eliminar plantas que no aguantan la sequía ni las altas temperaturas y a sustituirlas por otras todoterreno a las que les gusta el sol y no necesitan riego. Entre ellas está el espliego (Lavandula angustifolia) que es un pequeño arbusto que alcanza los 80 cm de altura, de hoja perenne y flores agradablemente perfumadas. Desarrolla cortas ramas leñosas de las que surge una copa frondosa. Sus tallos son tetragonales y están cubiertos de una ligera pelusilla que les da un color verde azulado. Sus hojas son opuestas, sésiles (sin peciolo) y lineares con borde muy lobulado. Las flores, de color azulado, lila o morado, son muy pequeñas y están dispuestas en verticilos y reunidas en inflorescencias en forma de espigas de hasta 10 cm de largas, situadas en el extremo de largos y finos tallos. La inflorescencia termina en un penacho de brácteas de color algo más acentua