Conseguir una planta de aguacate a partir de una semilla
Si deseáis tener la maravillosa experiencia de plantar un hueso de aguacate que acabáis de comeros y ver cómo en poco tiempo aparece una preciosa plantita, aquí os explico la forma de conseguirlo, muy fácil por cierto.
Me gustaría decir sin embargo que si queréis asegurar la calidad y rapidez de la primera cosecha, es recomendable no plantar un aguacate de semilla sino ir a un vivero de confianza y comprar uno injertado.
Nosotros quisimos darnos la satisfacción de verlo crecer desde el principio y disfrutar de la experiencia y ahora tenemos un hermoso árbol que trasplantamos al huerto cuando fue demasiado grande para continuar en maceta.
Las fotografías que muestro en el reportaje son todas ellas de ese ejemplar conseguido de semilla. Tardó en fructificar alrededor de 8 años y ahora está precioso pero la producción es bastante irregular.
El aguacate (avocado, palta, persea americana...) es un árbol de hoja perenne y de gran porte, tanto, que puede llegar a alcanzar los 20 metros de altura por lo que no resulta adecuado para cultivar en maceta más que cuando es muy jovencito. Después, habremos de encontrarle una vivienda más adecuada en el jardín o en el campo.
Tiene hojas grandes y lustrosas muy decorativas que van cambiando de color a medida que maduran.
Cuando brotan son de un tono carmín, después de un verde claro y por último de un verde intenso.
Sus flores son diminutas y por si solas pasarían inadvertidas a no ser porque surgen en grandes racimos amarillo verdosos bastante llamativos.
Además, las hay de dos tipos: las del grupo A (Hass, Guatemala, Simmonds…) abren por la mañana como femeninas y se cierran a la tarde que es cuando se abren como masculinas y sueltan el polen.
Las flores del grupo B (Fuerte, Bacon, Zutano) lo hacen al revés.
Lo cual significa que ha de haber en las proximidades algún aguacate de un grupo distinto al tuyo para que el viento y los insectos puedan traer el polen o has de plantar tú dos aguacates de tipo diferente.
Cómo conseguir una planta de aguacate
Después de este preámbulo, pasamos a lo que nos interesa:
Conseguir un aguacate es muy fácil y divertido.
- Recogemos la semilla y la lavamos con agua caliente, eliminándole todos los restos.
- La ponemos a germinar en un vaso con agua. Hay que sujetar de algún modo la semilla de forma que solamente toque el agua la parte inferior, la más redondeada y gruesa. Podemos utilizar unos alambres, un pedazo de plástico al que le practicamos un orificio en el centro u otra forma que se nos ocurra.
- Colocamos el vaso en un sitio cálido e iluminado y mantendremos siempre el nivel del agua.
- Hacia las tres o cuatro semanas, se resquebrajará el hueso que está formado por dos valvas y surgirán del centro las raicillas y el tallo.
- Pondremos entonces el vaso en un lugar más iluminado y cuando veamos que se han desarrollado raíces fuertes, lo trasplantaremos con sumo cuidado a una maceta con tierra de cultivo.
- Al trasplantarlo cuidaremos de que el hueso no quede enterrado por completo, sino que sobresalga casi la mitad por encima de la tierra.
- A partir de aquí, lo cuidaremos como otra planta cualquiera, procurando que no pase sed pero que tampoco se encharque.
En vez de introducirlo primero en agua, podemos rebanar un poquito los extremos de la semilla con una cutex o cuchillito bien afilado y enterrarla (no del todo) directamente en turba bien húmeda. La mantendremos así, bien húmeda hasta que aparezcan las hojitas. Luego lo trataremos como a cualquier otra planta.
Además de mediante semilla, también podemos reproducirlo mediante esqueje o acodo y por supuesto, mediante injerto de yema.
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