CÓMO SEMBRAR Y CULTIVAR TOMATES EN MACETA
La tomatera es una planta de clima cálido y allí se comporta como planta perenne, pero si nuestro clima es solo templado, deberemos llevar a cabo su cultivo en los meses de primavera y verano y tratarla como planta anual.
Podemos cultivarla a partir de plantel comprado o a partir de semillas.
Si lo hacemos comprando las plantitas y en clima templado, lo mejor es esperar a abril o mayo, cuando ya no hay riesgo de heladas.
EL TRASPLANTE
Lo ideal es realizar al menos dos trasplantes.
Lo primero de todo, regaremos abundantemente el semillero para que luego, al sacar las plantas, salgan con facilidad y no se les rompan las raíces.
Cubrimos alrededor de la planta con más tierra o mezcla y la asentamos con cuidado presionando suavemente con las dos manos, la mezcla alrededor de ella. Hay que dejar unos centímetros de tiesto libre para poder regarlos.
Al mismo tiempo que la planta, colocamos un tutor (caña o palo) de metro y medio de alto sobre el que podamos ir atándola cuando crezca.
*Y como no, os dejo el enlace con la etiqueta de Tomates, de mi blog de Cocina sana y fácil donde podréis encontrar algunas ricas y saludables recetas con tomates. ¡A disfrutar!
LAS SEMILLAS
Podemos comprarlas en un vivero o tienda especializada
fijándonos en que sean de una marca de prestigio, del año (o sea frescas) y de
la variedad de tomates que más nos guste. Los hay para ensalada, de rama, Cherry o tomate cóctel, de colgar, de pera...
Podemos también recogerlas de algún tomate comprado o que
nos regalen y nos guste.
Os explico una forma muy fácil de recoger semillas de tomate
o de otra hortaliza tal como calabaza o calabacín:
- Elegimos un tomate sano y bien maduro, lo cortamos al medio y extraemos las semillas con una cucharilla.
- Las ponemos en un colador y las llevamos bajo el grifo. Con el chorro de agua sobre ellas, las movemos con la cucharilla o con los dedos para que desprendan toda la carne que tienen adherida.
- Después, las depositamos sobre un papel de cocina y las secamos. Luego, las pasamos a un platito o recipiente y las dejamos extendidas y al aire para que se sequen del todo.
- Por último, las recogemos en un sobre de papel o en un tarrito, las etiquetamos y las guardamos en un lugar oscuro, seco y fresco. Eso, claro, si no las vamos a sembrar enseguida.
En clima templado, si sembramos las semillas protegidas o en el interior, la realizaremos a finales del invierno o principios de la
primavera; si es en el exterior, tendremos que esperar hasta finales de abril o principios de mayo ya que requieren una temperatura mínima de 13º-14º.
- Rellenamos una maceta con tierra de cultivo dejando libres unos 5cm.
- Alisamos la superficie de la tierra y depositamos encima, separadas, las semillas.
- Presionamos con la mano o con cualquier cosa plana que tengamos a mano, las semillas sobre la tierra para que se adhieran bien a ella.
- Cubrimos las semillas con unos 4 cm de tierra o sustrato.
- Presionamos la tierra para que se adhiera a las semillas.
- Lo regamos en abundancia con cuidado para que la tierra no se remueva, con una regadera con alcachofa y lo tapamos con un cristal o similar para retener la humedad.
- Lo colocamos en un lugar cálido y luminoso.
- Cuando las pequeñas plantitas comiencen a surgir, destaparemos el semillero.
EL TRASPLANTE
Lo ideal es realizar al menos dos trasplantes.
Primer trasplante
Cuando las plantas alcancen una longitud de 6 u 8cm, las trasplantaremos de maceta. Las
colocaremos ya de forma individual, cada uno en la suya pero con mucha
precaución para que no sufran ya que el trasplante no deja de ser un shock para
ellas.
Lo primero de todo, regaremos abundantemente el semillero para que luego, al sacar las plantas, salgan con facilidad y no se les rompan las raíces.
Antes de empezar a mover las plantitas, tendremos ya
preparados los tiestos o macetas donde van a ir. Serán pequeños pero profundos.
Yo suelo utilizar para este primer trasplante, botellas de plástico de las de
litro y medio de agua, a las que le elimino la parte estrecha y les practico unos
agujeros en el fondo para que drenen.
También prepararemos una mezcla de tierra de cultivo y abono
orgánico o tierra y un puñado de compost.
Sacamos del semillero cada plantita con un utensilio
adecuado (si no se tiene, se hace con un tenedor) Con una mano la sujetamos por
el tallo y con la otra clavamos el tenedor al lado y movemos con cuidado la
tierra
Una vez la plantita en nuestras manos, le cortamos con unas
tijeras las hojas inferiores para que tenga más tallo libre para enterrar y menos carga que
alimentar.
Rellenaremos con unos centímetro de mezcla de cultivo el fondo del tiesto y colocaremos encima, suavemente, la plantita, en el centro, bien derecha y de forma que quede la mayor parte del tallo dentro del tiesto. Entre más trozo de tallo quede sepultado, más fuerte y vigorosa se criará pues podrá desarrollar más raíces.
Rellenaremos con unos centímetro de mezcla de cultivo el fondo del tiesto y colocaremos encima, suavemente, la plantita, en el centro, bien derecha y de forma que quede la mayor parte del tallo dentro del tiesto. Entre más trozo de tallo quede sepultado, más fuerte y vigorosa se criará pues podrá desarrollar más raíces.
Cubrimos alrededor de la planta con más tierra o mezcla y la asentamos con cuidado presionando suavemente con las dos manos, la mezcla alrededor de ella. Hay que dejar unos centímetros de tiesto libre para poder regarlos.
Hay que hacerlo rápido para que las raíces no estén mucho tiempo a la intemperie
Después iremos sacándolas al exterior poco a poco para que se endurezcan, procurando que al principio no las castiguen ni
el viento ni el sol.
Segundo trasplante
Al cabo de un tiempo (unas seis semanas), a finales de mayo más o menos, cuando las plantas alcancen los 15cm de altura, volveremos a realizar otro trasplante, esta vez ya a su lugar definitivo que puede ser otra maceta mayor, una cajonera o el propio terreno.
El mejor momento para realizarlo será por la tarde, un día que no haya viento y esté nublado.
Necesitaremos:
Cortamos las hojas inferiores del plantón con unas tijeras, dejando solo la roseta superior. Así quedará bastante tallo libre que podamos sepultar en la tierra a fin de que desarrolle un fuerte sistema radicular que será su medio de alimentarse.
Al cabo de un tiempo (unas seis semanas), a finales de mayo más o menos, cuando las plantas alcancen los 15cm de altura, volveremos a realizar otro trasplante, esta vez ya a su lugar definitivo que puede ser otra maceta mayor, una cajonera o el propio terreno.
El mejor momento para realizarlo será por la tarde, un día que no haya viento y esté nublado.
Necesitaremos:
- Una maceta de unos 30cm de diámetro, lo más profunda posible, para cada planta (o una caja)
- Mezcla de cultivo
- Abono orgánico o compost
- Grijillo, piedrecitas o cascotes de cerámica (un tiesto viejo hecho pedazos puede ser) para el drenaje.
- Tutores o cañas de metro y medio de alto.
Cortamos las hojas inferiores del plantón con unas tijeras, dejando solo la roseta superior. Así quedará bastante tallo libre que podamos sepultar en la tierra a fin de que desarrolle un fuerte sistema radicular que será su medio de alimentarse.
Situaremos la maceta en un lugar abrigado pero soleado (los
tomates no soportan el frío) y la regaremos con regularidad. Si el clima es
seco y muy caluroso, al estar en maceta habrá que hacerlo quizá a diario e incluso dos veces pues el estrés hídrico daña los frutos.
LA PODA
- Una planta cultivada en maceta no puede criar tanta carga como si estuviera en el suelo por lo que se les deja solo un tallo que se irá sujetando a la caña o tutor a medida que crezca.
- Habrá que despuntar (pinzar, eliminar) cualquier brote lateral que surja o se forme en las axilas de las hojas. Se hace en cuanto aparecen para que la planta no gaste energía con ellos.
- Cuando la planta alcanza la altura del tutor y hay ya unos 5 o 6 racimos de flor, se despunta el ápice o extremo superior para que no siga creciendo en altura y empiece a engordar y madurar los tomates.
- También es bueno eliminar eliminar algunas hoja de las inferiores que además, con el paso del tiempo, irán deteriorándose. Así la planta estará más aireada y reduciremos el riesgo de que coja enfermedades fúngica a lo que son dados. En la foto siguiente se observa cómo se van podando.
LA RECOLECCIÓN
Se inicia en agosto. Van madurando poco a poco por
lo que la temporada se extiende bastante.
Si los últimos tomates, a causa del frío, no llegan a madurar del todo,
se cortan con un poco de tallo y se cuelgan en un lugar seco y cálido.
Madurarán sin problemas.
Y además…
- Los tomates más cultivados son el de ensalada, el de rama (para untar), el Cherry Muy pequeño y se utiliza entero), el de colgar (también de untar. Se conserva todo el invierno colgado en un lugar fresco) y el de pera, para salsas y gazpachos.
- Los tomates Cherry pueden cultivarse en tiestos colgantes y caer en cascada hacia abajo.
- Los tomates aman y necesitan el agua. Procuraremos que no pasen sed por lo que el riego ha de ser regular y constante. ¡Ojo! hay que regarlos procurando no mojar las plantas, aplicando el agua sobre el suelo. El riego poco uniforme puede hacer que los frutos se agrieten.
- Debido a la falta de insectos polinizadores, en un balcón puede haber problemas para que las flores se fecunden por lo que interesa pasar un pincel por las flores para llevar de forma artificial el polen de unas a otras.
- Cuando los frutos empiezan a asomar pueden aplicárseles un abono rico en potasio. No es conveniente una tierra muy ácida porque puede provocar necrosis del fruto.
- Los tomates son plantas relativamente delicadas: necesitan una posición abrigada, sol, calor y agua, un suelo rico y poda continuada. En estas condiciones, nos premiarán con deliciosos, dulces y sabrosos frutos que harán nuestras delicias.
- Las plantas de tomate manchan las manos y la ropa de color amarillo verdoso por lo que es conveniente manipularlas siempre con guantes de los de usar y tirar u otros de goma.
- En climas húmedos como el mío, es imprescindible aplicarles algún fungicida. Nosotros utilizamos el caldo bordelés.
*En esta otra página "Condiciones ideales para el cultivo de tomates" hablo de su cultivo sobre suelo.
Comentarios
Muy instructivo todo y muy bien explicado.
Gracias!...
Un beso grande!!
A ver si nos cuentas más adelante cómo te va todo el proceso. Un saludo
Para cultivar tomates al aire libre se necesitan tres meses de clima templado- cálido (temperaturas medias de entre 15ºC y 18ºC como mínimo y soleado). Si no es así, hay que protegerlos o cultivarlos en invernadero. Me gustaría mucho que nos explicaras cuál es exactamente el clima que tenéis ahí y cómo los cultiváis.
Un saludo cordial.
En mi clima por ejemplo, comienza el ciclo vital en abril - mayo y se arrancan las plantas en octubre- noviembre. A partir de ahí, debido a las temperaturas nocturnas bajas y el exceso de humedad, se enferman y ya no maduran los frutos. Si no se arrancaran, con las temperaturas invernales, morirían de todos modos.
1. quiero cultivar los tomates cherry en cascada en matera colgante que paso debo omitir y que cambia de la forma del cultivo ?
2. puedo sembrar en la misma matera llervas aromaticas para alejar a la mosca blanca, si es asi cul me recomiendas?
Muchas gracias, estoy muy anciosa por comenzar a cultivarlos ya tengo en mi casa un arbol de limon en matera y es una experiencia increible .
Soy German, te escribo desde Bogota, a 2600 mts de altura, sin estaciones.
Saludos.
Los dos trasplantes no son necesarios pero si son lo ideal para que la planta críe un buen pan de raíces y se haga fuerte y vigorosa. Un trasplante sin embargo si es necesario si quieres recoger una cosecha decente.
Por todo lo dicho, verás que no tengo experiencia en conservar las plantas de un año para otro por lo que no puedo decirte nada más. Un saludo y buena cosecha.