Astilbes para zonas húmedas y umbrías.
Los astilbes son plantas perennes vivaces que pierden su parte aérea en el invierno pero la recuperan a principios de primavera.
La planta entera es bonita: sus hojas, compuestas de folíolos dentados, sus tallos verdes con un toque rojo en los nudos
y sus racimos de flores de un blanco roto y granuloso (también las hay rosadas o púrpura).
Se plantan directamente sobre el terreno o en macetas grandes y se adaptan perfectamente a la sombra y a la semisombra.
Reproducirlos es muy sencillo. Al final de la floración, basta con dividir la cepa introduciendo una paleta, cuchillo u otro utensilio afilado en la macolla y desgajando parte.
Como se van extendiendo en superficie poco a poco, si plantamos varios, conviene dejarles algo de espacio libre alrededor.
Quedan muy bonitos al borde de caminos o de estanques.
Necesitan humedad pero también un suelo bien drenado que no se encharque y pudra sus raíces.
Conviene, antes de la plantación, ahuecar bien la tierra para que quede esponjosa, añadiéndole una buena cantidad de materia orgánica para que sus raíces, cortas pero numerosas, puedan extenderse bien en ella.
Son plantas que pueden superar los 80 cm de altura cuando están en flor por lo que si optamos por incluirlos en un macizo con otras plantas, podremos elegir algunas rastreras perennes para situarlas delante y disimular en invierno el espacio vacío que dejan por ser vivaces.
Son sencillos, discretos y forman un conjunto elegante, sobrio y a la vez llamativo, muy hermoso.
Comentarios
Muchos besos, Lidia.
Adorei conhecer.
janicce.