FLORES SILVESTRES DIMINUTAS: Murajes (Anagallis arvensis)

Murajes es el nombre que le pusieron por aquí a esta florecilla silvestre de la familia de las Primuláceas. En otros lugares se la conoce por anagallo, pimpinela escarlata, hierba gitana, hierba jabonera...

Es una planta herbácea anual que crece postrada y que apenas alcanza los 20cm de altura.

Sus tallos, de color verde claro y sección cuadrada, son generalmente rastreros o tendidos, alguna vez erectos.

Sus hojas, opuestas, están sentadas sobre el tallo. Tienen forma oval y borde liso. En el envés presentan unas manchitas negras.

Las flores, de entre 3 y 10 mm de diámetro, se abren por la mañana y se cierran a media tarde. Surgen solitarias de la axila de las hojas y penden de un largo y fino pedúnculo o rabillo.

Flor de murajes cerrándose

Sus cinco pétalos tienen un llamativo color rojizo o naranja más o menos claro con el fondo carmín y aunque a simple vista parecen libres, están soldados en la base.

Los estambres, en número de cinco, son pelosos, de color carmín o violeta con las anteras amarillas. Increíble la hermosa combinación de colores en cosa tan diminuta.

El cáliz está formado por 5 sépalos de color verde con amplios bordes escariosos de color blanquecino. Son puntiagudos y casi tan largos como los pétalos.

Los frutos son cápsulas en forma de globo.

Es cosmopolita. Crece en los bordes de los caminos, en muros, en terrenos cultivados y en dunas de toda Europa, quizá también en América.
También florece en jardines como el nuestro, aprovechando bordes y rendijas entre los enlosados y las rocas calizas, colonizando los rincones más rústicos y soleados y mezclándose con las demás plantas.

Su floración es prolongada por  aquí pero en general, florece a lo largo del verano.

Como muchas otras plantas silvestres, antiguamente fue considerada medicinal. Ella sola constituía una farmacia completa: se consideraba antifúngica, antiviral, cicatrizante, sedante, expectorante y diurética.

Su uso, sin indicación médica es muy peligroso ya que es una planta tóxica o incluso venenosa y debemos conformarnos con disfrutar de su presencia pero no tocarla ya que a pieles sensibles puede producirles dermatitis y otros problemas.

Existe también una variedad con los pétalos de color azul oscuro que por mi tierra se da más raramente.

No hay que confundir este murajes con otra de su mismo género: Anagallis foemina, llamada vulgarmente, hierba de la pulmonía, que tiene también las flores azules pero se diferencia en que sus hojas son lanceoladas, sus pedúnculos florales más cortos y sus flores más pequeñas.