DE EXTREMADURA AL CIELO
Seguimos el viaje (del que conté la primera parte en la
entrada anterior) hasta el balneario de
Alange, en la provincia de Badajoz (Extremadura), donde pasaremos unos días bañándonos
en sus aguas “milagrosas”.
Ha sido llegar y alucinar. Si Castilla parecia toda ella un jardín natural, Extremadura se nos antoja el paraíso terrenal o la antesala del mismísimo cielo.
Flores y más flores inundándolo todo; praderas, pastizales,
dehesas, caminos y veredas no tienen sitio para una flor más.
Ha sido llegar y alucinar. Si Castilla parecia toda ella un jardín natural, Extremadura se nos antoja el paraíso terrenal o la antesala del mismísimo cielo.
Como también por estas tierras el invierno ha sido generoso
en lluvias y la primavera viene
como siempre soleada y con temperaturas muy agradables, el resultado se puede ver: una verdadera explosión de colorido y verdor.
De la mayoría desconocemos el nombre, de algunas no teníamos
siquiera idea de su existencia. Son cientos de variedades a cada cual más
hermosa.
Comentarios
Feliz día y hermoso día, Ruqui.
Un beso y gracias por tu visita
Feliz día.