Diosma, un arbusto todo terreno

 

La diosma es un pequeño arbusto de hoja perenne que empieza a verse con frecuencia en los jardines de mi zona.

El clima está cambiando, esto es una evidencia incontestable y las que más cuenta se dan de ello son las plantas.

Las que antes vivían por aquí felices, con lluvias abundantes y ambiente fresco y húmedo, ahora lo pasan mal en los largos veranos, escasos de lluvias y con temperaturas mucho más elevadas.

Los aficionados al jardín comenzamos a elegir plantas que resistan las nuevas condiciones y aquí entra la diosma y su repentino protagonismo.

Este arbusto de un maravilloso color verde brillante, se adapta perfectamente a estas nuevas condiciones climáticas y es tan hermoso y de tan fácil cultivo que yo lo recomiendo vivamente.

Florece en invierno cubriéndose de diminutas flores blanquecinas o rosadas.


Es ideal para cubrir zonas soleadas y secas donde no se acumule humedad. No sobrepasa el metro de altura pero desarrolla una hermosa copa redondeada y compacta con ramillas de hojas lineares con aspecto plumoso.

Qué le gusta y qué no le gusta

Se adapta a cualquier tipo de terreno siempre que este no se encharque.

No le gusta el exceso de humedad. Prefiere riegos bastante espaciados.

Le gusta el sol directo pero soporta la semisombra.

Pese a ser oriunda de zonas cálidas, soporta heladas no muy fuertes, de hasta -5ºC.

No es necesario podarla pero si necesitáramos recortar algunas ramitas, lo ideal es hacerlo a finales del invierno, después de la floración. 

También la podaríamos en esta época si por alguna razón perdiera su porte compacto.

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