Junco de Indias, caña (Canna indica)


¡Qué impresionantes me parecen las flores de estas plantas.
Yo no las conocía antes de venir a Cantabria pues en mi tierra de origen (León) no se cultivan seguramente porque a parte de sol, necesitan bastante agua y no soportan las heladas fuertes.

Son plantas rizomatosas de la familia de las Cannáceas.
Existen varias especies y varios híbridos conseguidos por el cruzamiento de dichas especies, todas ellas muy hermosas y decorativas.

Desarrollan tallos cilíndricos muy carnosos, de color verde, carmín o violeta alrededor de los cuales aparecen las hojas grandes, abrazadoras, con forma oval-lanceolada y del mismo color que los tallos  que pueden alcanzar hasta el metro y medio de altura o incluso mas en condiciones óptimas.



Las flores, también grandes (unos 10-12 cm), crecen en racimos en los extremos de los tallos.


Tienen sépalos que parecen pétalos y estambres que también lo parecen. Todo ello da como resultado flores llamativas, originales y muy vistosas que aparecen en verano y otoño.

Las hay de diferentes colores: rojas, amarillas, naranjas, jaspeadas…
A mi personalmente las que me gustan son las rojas, un rojo bermellón que resplandece y produce iridiscencias cuando le da el sol.


Dada su procedencia tropical, podemos imaginarnos las exigencias de cultivo:
  • Pleno sol aunque también resisten la semi sombra. 
  • Clima cálido o templado.
  • Abonado orgánico periódico.
  • Riego frecuente.
  • Ausencia de heladas o heladas suaves y esporádicas. 
Se adapta a todo tipo de terreno  a condición de que tenga abundantes nutrientes y sea permeable (no se encharque).

Pueden cultivarse también en maceta o en cajonera que podemos trasladar en invierno a lugar protegido.


Cuidados
  • En climas algo más fríos, se cortan sus tallos a ras del suelo en otoño, después de la floración y se protegen los rizomas en invierno con una buena capa de paja, turba u otro material.
  • A principios o mediados de primavera (según clima) retiramos la cubierta protectora que pusimos en invierno ( si tuvimos que hacerlo).
  • Si no las cubrimos, les practicamos una limpieza recortando los tallos.
  • También pueden desenterrarse los rizomas y conservarlos durante el invierno enterrados en turba seca o arena en un lugar resguardado de las heladas.
  • Si lo que hicimos fue desenterrar y guardar los tubérculos o rizomas, los volvemos a plantar en primavera, en un lugar previamente enriquecido con buena cantidad de materia orgánica.
La reproducción resulta muy fácil: se multiplica mediante la división del rizoma.
Se plantan en macetas las porciones de rizoma portadoras de alguna yema y cuando se han formado las plantitas nuevas, se trasplantan a su lugar definitivo colocándolas en grupos, separadas unas de otras al menos 4o cm.

* Hoy día se encuentran en los viveros ejemplares enanos que no sobrepasan los 70 cm de altura.
* Sirven como flor cortada.
* La idea de lo que les gusta el agua (¡cuidado! no el encharcamiento) nos la da su constitución y el desarrollo de sus hojas y tallos que forman una especie de embudo con el que recogen el agua de lluvia.

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