Preciosas aquilegias silvestres (Aquilegia vulgaris)


Las aquilegias, aguileñas, pajarillas, clérigos boca abajo o farolillos son unas preciosas plantas perennes de la familia de las Ranunculáceas que crecen espontáneamente en bosques, pastos y lugares rocosos ligeramente umbríos.


Como nuestro jardín está en el lindero de un bosque, tiene una buena extensión de pradera natural y afloran en él rocas calizas, las aguileñas, crecen tan felices aquí y allá, sin que nadie les haya dicho ni que si ni que no, aunque todos nos alegramos de tenerlas entre nosotros y poder disfrutar con ellas.

Son plantas herbáceas con cepa leñosa y rizoma horizontal que pueden llegar a alcanzar el metro de altura o incluso más si las condiciones son buenas.

Sus tallos son erectos y ramificados en su parte superior.


 Presenta dos tipos de hojas también muy llamativas: las basales, que son de tamaño grande, envainadoras o abrazadoras, con largo peciolo y compuestas de folíolos lobulados.


y las caulinares, que son más pequeñas, con peciolos cortos o sin peciolo.

Las flores, de entre 3 y 5 cm de diámetro, son hermafroditas y surgen al final de los tallos, en pequeños grupos de 3 o más.

Al principio, cuando aún son capullos, son de color amarillo verdoso. Luego, poco a poco, a medida que maduran y se abren, van adquiriendo su bonito color azul.


Cuelgan como farolillos (de ahí uno de sus nombres) y en su plena madurez, acaban luciendo un llamativo color azul violáceo.


Están formadas por 5 sépalos ovado-lanceolados del mismo color que los pétalos, desplegados como alas


y 5 pétalos que, en su parte posterior, tiene cada uno de ellos un espolón abultado y ganchudo vuelto hacia arriba y en su parte anterior, 5 lóbulos de un color azul más tenue.


En el centro, numerosos estambres rodeando a un ovario súpero de color verde amarillento.


Florecen a lo largo de la primavera, desde mediados de abril en adelante. Estas que veis en las fotos son las primeras de la temporada.

Es una planta venenosa pero curiosamente, en tiempos antiguos la utilizaban como medicinal, preparando infusiones con ella para tratar las dolencias de la boca y de la garganta.

Las aquilegias se reproducen fácilmente por medio de semillas aunque también es posible por división del rizoma.

¿No os parecen hermosísimas?

Comentarios

Montse ha dicho que…
¡Son una preciosidad! No las conocía y me han encantado estas Aquilegias.
Un beso grande.