Calendario de la poda: octubre
En este mes del año, (principios del otoño en el HN), no se llevan a cabo demasiadas tareas de poda pero si algunas que veremos a continuación.
- Si tenemos que eliminar ramas grandes de árboles caducifolios, ya sean ornamentales o frutales, conviene hacerlo ahora en otoño que aún no hay mucho frío y el árbol ya ha empezado el reposo, en vez de hacerlo en invierno con más frío y humedad y por tanto más riesgo de enfermedades e infecciones.
- En general, los de hoja perenne se podan a principios de primavera pero nosotros podamos en esta época aquellos que no queremos que desarrollen gran vigor. Es el caso de los laureles del borde del jardín que no nos interesa que broten con demasiada fuerza.
- Lo mismo ocurre con otras especies de crecimiento rápido que se usan para setos tales como acebos y cipreses de Lawson. Si no se desea un crecimiento fuerte y vigoroso, mejor podarlos ya.
- El tejo, al igual que los laureles, se poda solo una vez al año, ahora en otoño.
- Los cortes de poda han de ser limpios, con herramientas bien afiladas y a ser posible de buena calidad: podadoras bien ajustadas para ramas delgadas y sierra para las gruesas.
Las herramientas que nosotros usamos son las que siguen:
Tijera podadora de mano para cortar ramitas finas. Hay que situar la ramilla lo más adentro posible de la hoja para que el corte sea fácil, cómodo y la tijera no sufra.
Tijera podadora para ramas algo más gruesas de hasta 4cm de diámetro. Igual que en el caso anterior, cuanto más adentro se coloque la rama a cortar, con menos esfuerzo y mejor hecho quedará el corte.
Sierra de arco para ramas más gruesas de entre 4 y 10cm y sierra curvada (a la derecha) para espacios reducidos.
Podadora eléctrica o tronzador, para ramas principales y troncos gruesos.
Es muy conveniente limpiar las herramientas después de su uso, sobre todo si hemos cortado ramas muertas o enfermas. En este caso, conviene incluso desinfectar la hoja de corte (agua con un poco de lejía o alcohol etílico) para no llevar la enfermedad a otras partes.
También es importante no querer cortar una rama más gruesa de lo que la herramienta admite pues se desajusta y produce cortes no limpios.
- Nunca debemos dejar cortes astillados o quebrados. Cuando el corte es limpio, la planta misma produce una sustancia que protege y aísla la herida igual que hace nuestro cuerpo.
- Si la rama es grande, conviene dar dos sierres: primero cortar un trozo y luego el restante con el fin de evitar un posible desgarro de la madera y un posible accidente. Así, la operación resulta mucho más manejable y menos peligrosa.
- Cuando despuntamos o pinzamos una rama de frutales que resisten bien el frío y no tienen problemas de cicatrización, lo ideal es dar el corte por el lado opuesto a la yema, comenzando un par de milímetros por encima de ella y finalizando un centímetro por encima. Nos quedará un corte en diagonal pero no demasiado pronunciada. De esta forma, la herida cicatriza sin problemas y no acumula agua o polvo que la necrosen.
- Hay otros frutales más sensibles al frío o con madera que cicatriza peor en los que es preferible dejar un poco más de espacio entre el corte y la yema para que posibles necrosis no la dañen. Ese pequeño tocón que queda, se secará y lo suprimiremos al año siguiente.
- No debemos podar un día con riesgo de heladas ya que el corte se helaría y se dañaría.
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