PODA Y CUIDADOS DE LOS MELOCOTONEROS
Son propios de zonas templadas y cálidas donde su cultivo no presenta problemas. En otras zonas, conviene protegerlos o cultivarlos en espaldera, adosados a un muro orientado al sur o al suroeste.
Sus hermosas flores de color rosa son autofértiles. Aparecen a principios de primavera por lo que en climas fríos o frescos están expuestas a las heladas tardías. De ahí lo de la protección.
Su hojas son caducifolias por lo que amarillean y caen en otoño y dejan el árbol desnudo durante todo el invierno.
Las yemas se encuentran en la base de las hojas, generalmente de dos en dos.
Las flores son autofértiles por lo que no es necesario tener más de un árbol. Son polinizadas por los insectos.
Fructifican a los dos o tres años.
Los frutos amarillos, naranjas o rojos son
aterciopelados, cubiertos por una suave vellosidad. Presentan un surco
longitudinal muy marcado y pueden ser romos o ligeramente puntiagudos.
Según las variedades y el clima, podemos disfrutar de
melocotones desde junio hasta septiembre. Para climas frescos conviene elegir
variedades que maduren a mediados o finales del verano.
QUÉ LES GUSTA
- Un invierno frío y una primavera seca y soleada. En climas húmedos contraen con cierta facilidad una enfermedad llamada abolladura.
- Luz y calor. Estar a pleno sol abrigados de vientos fríos
- Un suelo profundo con pH neutro. Si el suelo fuera calizo habría que enmendarlo (ese ha sido nuestro caso) con abundante materia orgánica.
- Un suelo con buen drenaje, que no se encharque pero que retenga la humedad
- Una poda anual tanto para conseguir una buena fructificación como para mantener la copa controlada.
- El suelo a su alrededor libre de hierbas.
- Un abonado en febrero con un abono NPK rico en potasio.
- Un acolchado con compost a principios de primavera.
- Según en qué zonas (en la mía desde luego) se hace necesario proteger los frutos de las aves en los días cercanos a la recolección.
SIEMBRA Y PLANTACIÓN
Los melocotoneros son de los pocos frutales que puede merecer la pena cultivar a partir de semilla sabiendo, eso sí, que el árbol conseguido puede ser mejor o peor pero no necesariamente igual que el original al contrario de lo que ocurriría con uno injertado.
Advertidos de esto, después de disfrutar de unos maravillosos melocotones riojanos que nos regalaron, nosotros decidimos sembrar unos huesos.
Afortunadamente, salieron unos frutos muy buenos y la experiencia fue bonita.
Elegimos tres huesos, los
limpiamos bien de los restos de pulpa y los dejamos en un lugar seco hasta el momento de sembrarlos.
En otoño los pusimos en una maceta con mezcla de cultivo y
los colocamos a la intemperie en un lugar sombrío. Los huesos de los melocotones
necesitan pasar el frío de un invierno en la tierra para germinar.
Pasado el frío, trasladamos la maceta a un lugar soleado.
A principios de la primavera siguiente, cuando ya eran unos pequeños arbolillos, los trasplantamos al suelo preparado previamente, le cubrimos un círculo alrededor con una buena capa de compost y lo regamos bien.
Tanto si son de semilla como injertados, los cuidados y poda
que reciban serán los mismos.
Al igual que con otros frutales, les practicaremos a lo
largo de su vida, diferentes tipos de poda según el momento y el
objetivo perseguido.
Aquí hablaré de la poda en vaso abierto que es la mas adecuada para mi tipo de clima.
PODA DE FORMACIÓN (hasta el 4º año)
Se lleva a cabo a principios de primavera, cuando la savia
comienza a circular y se hinchan las yemas. En invierno no debe hacerse por el gran riesgo de contraer
enfermedades, entre ellas, la gomosis.
- Primer año
Cortamos el plantón o vara a la altura deseada con un corte en bisel
y curamos la herida con pasta cicatrizante. Este corte tiene por finalidad definir la altura del tronco e inducir la brotación de ramas laterales vigorosas.
- Segundo año
Elegimos 4 ramas sanas, vigorosas y bien situadas y
eliminamos todas las demás.
Las que hemos dejado, las recortamos: a las más vigorosas les eliminamos la mitad y a las menos, hasta los dos tercios, cortando siempre por
encima de una yema bien orientada hacia fuera para que la futura rama crezca en buena dirección, sin cruzarse por el centro de la copa.
Se dejan más cortas las débiles para que broten con más fuerza.
- Tercer año
Eliminamos primero los brotes verticales que crezcan en el
centro del árbol
Después, seleccionaremos ocho ramas bien espaciadas y
repartidas y las acortaremos a la mitad o a dos tercios en función de su vigor.
Las demás ramas laterales que pudieran competir con éstas, se podan dejándolas
con cuatro yemas. Algunas de las laterales externas pueden dejarse sin podar.
Con esto ya tenemos formada por completo la estructura del
árbol.
En climas con inviernos suaves puede llevarse a cabo en invierno pero en climas húmedos y frescos debe hacerse en verano, después de la recolección.
- A partir de ahora ya no se podan las guías o ramas principales ni los laterales de la parte exterior del árbol, sino que se realizan reducciones de la copa (acortamientos) con cortes de retorno según se vaya viendo necesario. Se hace cortando por encima de una ramita mixta (con yemas de flor y de madera, ver foto) bien situada, para mantener la copa controlada y la fruta cerca y a mano.
- Realizamos también cortes de retorno en las ramas secundarias y terciarias.
- Eliminamos chupones (ramas de crecimiento muy vigoroso que produce ramificaciones desde el primer año) si los hubiera.
- Eliminamos las ramillas que surjan alrededor de los ápices.
- Las ramas de madera (ver foto) se cortan por encima de la segunda yema a partir de la base. De ellas surgirán ramas fructíferas para la siguiente cosecha.
- Las ramas mixtas se recortan por encima de una yema de madera, dejando unas 5 yemas de flor.
- Aclaramos las ramillas fructíferas si las tiene en exceso. Éstas nunca se despuntan.
- Si la fructificación es abundante, aclaramos los frutos cuando tienen el tamaño de una avellana, dejándolos a unos 10cm de distancia.
- Las ramas que han producido frutos, se eliminan porque florecen sobre ramas del año.
Y siempre, cubrimos las heridas mayores de un centímetro con
pasta cicatrizante.
PODA DE RENOVACIÓN
Puede llevarse a cabo en verano o a principios de primavera
Puede llevarse a cabo en verano o a principios de primavera
Se realiza cuando el árbol
es viejo y la copa se ha desbocado:
Cortamos ramas
muertas o enfermas
Recortamos las
ramas de tres o cuatro años de edad, haciéndolas retroceder hasta nuevos brotes
vigorosos.
Comentarios
É sempre bom conhecer outros jardins.
janicce.
Quiero hacerte una pregunta sobre el tema tratado, tengo un pequeño melocotonero y el año pasado le atacó mucho el pulgón, quedando las ramas retorcidas y bastante feas, fue un ataque serio el que tuvo. El caso es que estamos a mayo y apenas ha brotado, las pocas hojas que tiene además sufren "abolladura"; yo no tengo mucha experiencia, así es que pensé: "voy a podarlo un poco según las recomendaciones", pero no sé si será mala fecha para eso. Podrías aconsejarme algo? Muchas gracias!
Yo vivo en el mismo clima, de primavera suave y húmeda. El año pasado hice eso, ir quitando esas hojas enfermas, pero no me sirvió de nada, esta vez estoy haciendo lo mismo, el otro día le quité y parece que no ha vuelto a salir ninguna así, estaré atenta.
Te enseño alguna foto de como esta el árbol y me dices, ok? porque yo creo que ramas secas tiene bastantes..
Un saludo!
(Fotos del melocotonero) https://imgur.com/a/qE390np
En cuanto a podar, no cortaría ramas en absoluto, solo LIMPIEZA, eliminando esos brotecitos pequeños y negruzcos enfermos o secos y alguna ramita de las pequeñas pero que se vea también seca entera.
Así, espero que le ayudes a brotar con fuerza y luego, a finales de agosto, si quieres me envías una foto para ver cómo ha respondido y ya te sigo orientando. Mejor mándamela al correo que figura arriba a la izda en la página y así me podré explayar algo más.
¿Hay que añadir algo al melocotonero cuando está en flor para que no se caigan los frutos?
Gracias.