ESCAROLAS EN EL HUERTO


La escarola es una verdura a la que le gusta el tiempo fresco y húmedo por lo que suele sembrarse o bien a principios de primavera o bien a finales de verano.
Aquí en Cantabria tenemos tiempo fresco casi todo el año y las escarolas se dan muy bien en la cajonera o en el huerto. No son nada exigentes y su cultivo es muy fácil.
Como no les gusta recibir demasiado sol, si nuestro clima lo proporciona en abundancia, es necesario procurarles sombra y humedad.

SIEMBRA

La escarola puede cultivarse de asiento (en el mismo lugar donde se siembra) o de trasplante. Yo suelo hacer semillero en una maceta a finales de verano (en septiembre u octubre dependiendo de las temperaturas) y las trasplanto a la cajonera en cuanto las plantitas miden unos 10 cm.


TRASPLANTE

Para el trasplante, tengo preparado previamente el lugar con buena tierra de cultivo mezclada con compost o abono orgánico.
  • Primero, riego abundantemente la maceta donde se encuentra el semillero para que las plantitas salgan con facilidad y no rompan sus raíces.
  • Las extraigo con cuidado, con la ayuda de un tenedor viejo o similar de forma que las raíces salgan con un poco de tierra adherida.
  • Practico un hueco en el lugar de la cajonera o el huerto donde la voy a situar.
  • La coloco en el hueco, le acerco la tierra, la presiono un poco con los dedos para que quede bien sujeta procurando que la tierra la cubra solo hasta el cuello.
  • Las coloco a unos 20-25cm de distancia unas de otras.
  • La riego abundantemente y... a esperar que crezcan y se desarrollen.

ATADO O BLANQUEADO

Pasados unos tres o cuatro meses desde la siembra, cuando adquieren un tamaño regular, recojo con cuidado todas sus hojas como si fuera a peinar un moño, las rodeo con una cinta o una cuerda y las ato.

Esto lo hago con el fin de que blanqueen. Al no penetrarles la luz adquieren un color blanquecino, se hacen más tiernas y más suaves de sabor.
Si no se atan, se quedan verdes, más amargas y algo más fibrosas. Todo es cuestión de gustos.

RECOLECCIÓN

Las escarolas alcanzan un buen tamaño: con un ejemplar, podemos preparar ensalada para una familia numerosa. Si ese es nuestro caso, la cortamos por el cuello a primeras horas de la mañana, cuando aún está bien fresca y no le ha dado el sol, la lavamos enseguida, la escurrimos bien y la guardamos dentro de una bolsa de plástico, en el frigorífico, hasta el momento de prepararla.

Si por el contrario, los consumidores van a ser uno o pocos, en vez de cortarla toda de golpe, utilizamos un truco para comerla siempre fresca y recién cogida que es como más propiedades y vitaminas nos proporciona: soltamos el atado, cortamos las hojas necesarias dejando sin cortar las más externas, que nos servirán de "funda" y se vuelve a tapar. De esta forma, recogeremos fresca cada día la cantidad necesaria.
El cogollo central hay que reservarlo para el último corte. Ésto es importante ya que si no, la planta se marchitaría.

Si no la cultivamos nosotros y tenemos que comprarla en la tienda, la mejor forma de conservarla es lavada y bien escurrida, en un recipiente o bolsa de plástico en el cajón de las verduras como ya expliqué.


La escarola está deliciosa simplemente aliñada con ajo exprimido, pimienta negra recién molida, aceite de oliva y vinagre de vino.
Con la granada hace un conjunto perfecto. En este caso se aliña igual pero eliminando el ajo.
Así aliñada, sirve de acompañamiento a guisos, potajes, carnes y pescados.
Las hojas más verdes y duras pueden utilizarse en purés o cremas de verduras.

Comentarios

Plantukis ha dicho que…
Muchas gracias por toda esta clara información. Muy buenosconsejos y bon profit
Lidia ha dicho que…
Muchas gracias a tí Raúl, por visitar el blog y dejar el comentario. Me alegro mucho de que hayas encontrado oportuno el artículo.