ÁRBOLES EN MACETA ¿Cuál es el recipiente más adecuado para mi arbolito?
La vida en una maceta no resulta nada fácil. Si además, a la
hora de elegirle a nuestra planta lo que será su casa, tenemos más en cuenta la
estética del recipiente que sus propias necesidades, podemos encontrarnos con
que no crece, no florece, se pone mustia, en fin, nos dice con su lenguaje que
no está contenta ni a gusto, que sus condiciones de vida son duras y adversas.
Nosotros, muchas veces, nos negamos a entender su mensaje.
¿Por qué estará tan triste –nos preguntamos sorprendidos- si la cuido con tanto
esmero? y le ponemos ración doble de abono a ver si así…
Afortunadamente, hoy día hay tanta variedad de formas y
materiales en macetas o recipientes que podemos elegir lo más adecuado para nuestro arbolillo sin tener
que renunciar a la estética pero tenemos que comprender que lo más importante son la planta y sus necesidades y no lo bonito que resulte el recipiente sobre todo
si se trata de un arbusto o un arbolillo y no de una planta de temporada.
Los arbustos y árboles cultivados en maceta tienen menos acceso a los nutrientes además de otros inconvenientes por lo que la atención hacia ellos ha de ser doble.
Las dos condiciones fundamentales que ha de tener la maceta elegida son el tamaño adecuado y un buen drenaje pero hay además otras cosas a tener en cuenta.
Analicemos brevemente los materiales más comunes:
El barro
Está extendida la idea de que los recipientes de barro son los más adecuados pero yo no estoy tan segura. El barro y la terracota resultan cálidos, acogedores, muy agradables a la vista , son decorativos…pero presentan algunos inconvenientes dignos de tener en cuenta.
- Con estos recipientes, al ser porosos, la evaporación es grande por lo que nos veremos obligados en verano a regar la planta una, dos y hasta más veces al día y si nos descuidamos, aún así pasará sed.
- Otro inconveniente de su porosdidad es que dejan rezumar hacia el exterior las sales minerales de la tierra disueltas con el agua con lo que forman manchas blancuzcas que los deslucen.
- Son muy propensos también a formar musgos, mohos y líquenes si el ambiente es húmedo.
- No resisten demasiado bien las bajas temperaturas y pueden rajarse fácilmente.
- Si son lo suficientemente gruesos como para proteger mínimamente a la planta, pesan una enormidad.
- Con el barro, la tierra se seca antes y las raíces se calientan
En caso de decantarnos por recipientes de barro, conviene que estén esmaltados o vitrificados.
Otra solución consiste en forrarlos por dentro con plástico para evitar el paso de la humedad y del frío invernal.
Otra solución consiste en forrarlos por dentro con plástico para evitar el paso de la humedad y del frío invernal.
La madera
La madera aúna funcionalidad y estética. Es el material mas resistente a las heladas y a
los calores fuertes del verano. Aisla a la planta del frío y del calor por lo que sus raíces estarán más protegidas de los extremos climatológicos.
A un recipiente de madera se le pueden acoplar en la base unas ruedecitas que nos ayuden a transportarlo con facilidad si necesita ser protegido en invierno.
Si el lugar donde va es pequeño tal como una terraza o un balcón, podemos hacerlo cuadrado o rectangular y aprovechar mejor el espacio.
Si es comprado, ya viene preparado
con su agujero de drenaje y su capa de aislamiento. Si lo hacemos en casa, lo ideal es utilizar maderas que ya vienen preparadas para estar al aire libre y resistir durante
muchos años sin necesidad de barnizarlas o pintarlas Son asequibles y tienen un
aspecto rústico que no está nada mal.
Si queremos un aire más refinado y nuestro bolsillo nos lo
permite, podemos utilizar maderas que no se pudren aunque no vayan tratadas
tales como la teca.Una vez terminado el recipiente, perforamos el fondo con un taladro para el drenaje y lo pintamos por dentro (hasta la altura que cubra la tierra) con pintura asfáltica o impermeable.
El plástico
Los recipientes de plástico tienen sobre los anteriores la ventaja de que pesan poco y de que son más económicos pero el sol los decolora, las temperaturas frías los quiebran y resultan poco estéticos.
Hoy día sin embargo, fabrican unas macetas de plástico que imitan muy bien a las de barro y que tienen un aspecto muy presentable.
El inconveniente de la decoloración y el rajado se solucionan fácilmente con el cambio por otra nueva en el momento del trasplantado.
Hoy día sin embargo, fabrican unas macetas de plástico que imitan muy bien a las de barro y que tienen un aspecto muy presentable.
El inconveniente de la decoloración y el rajado se solucionan fácilmente con el cambio por otra nueva en el momento del trasplantado.
La piedra
Es muy pesada y poco adecuada para balcones. Al igual que el barro, cría musgos y líquenes y se mancha mucho.
Si nuestra terraza es de estilo moderno, pueden quedar muy bien en ella recipientes de corten o acero pero hay que encargarlos a
medida con lo que el precio se dispara, son pesadísimos y presentan otros muchos
inconvenientes.
Recipientes reciclados
Podemos transformar multitud de utensilios en desuso (toneles, cestas, trozos de tubo de fibrocemento...) en macetas para plantas, siempre que cumplan las condiciones expresadas al principio de este artículo: tamaño adecuado y agujeros de drenaje que conseguiremos practicando varios orificios en el fondo con un taladro.
En cuanto a la estética:
Elegiremos macetas y recipientes que armonicen con el entorno y el estilo de la casa y el jardín.
Que armonicen también con la forma, la textura y el tamaño de la planta que albergan.
Podremos utilizarlas para disimular pequeñas zonas feas o poco estéticas del jardín, colocándolas delante en pequeños grupos. También para rellenar huecos que dejen plantas vivaces o bulbos secos en un parterre.
Recipientes reciclados
Podemos transformar multitud de utensilios en desuso (toneles, cestas, trozos de tubo de fibrocemento...) en macetas para plantas, siempre que cumplan las condiciones expresadas al principio de este artículo: tamaño adecuado y agujeros de drenaje que conseguiremos practicando varios orificios en el fondo con un taladro.
En cuanto a la estética:
Elegiremos macetas y recipientes que armonicen con el entorno y el estilo de la casa y el jardín.
Que armonicen también con la forma, la textura y el tamaño de la planta que albergan.
Podremos utilizarlas para disimular pequeñas zonas feas o poco estéticas del jardín, colocándolas delante en pequeños grupos. También para rellenar huecos que dejen plantas vivaces o bulbos secos en un parterre.
* Cuando la maceta se quede pequeña y no sea posible trasplantar el árbol a otra mayor, se debe realizar una poda de raíces.
Esta se lleva a cabo en primavera, extrayendo el cepellón de la maceta, desenredando con cuidado las raíces y recortando las más viejas a un tercio de su longitud.
Después se retira toda la tierra vieja que sea posible y se vuelve a introducir en la maceta con tierra nueva.
Se abona y se riega.
El tamaño de la copa ha de ser proporcional al de las raíces por lo que por último, toca podar la copa del árbol quitando un tercio de su longitud practicando cortes de retorno (cortando por encima de una ramilla dirigida al exterior de la copa).
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