GLOSARIO DE LA PODA



Vocabulario empleado en este blog sobre labores de poda

Aclarar, clareo: reducir, eliminando algunos, el número de tallos o ramas para que pasen el aire y la luz. También se hace con el excesivo número de frutos.

Bolsa: engrosamientos que aparecen en el punto de unión del pedúnculo de un fruto y la rama que lo sostiene. Puede dar lugar a ramillas de fruto.

Brindilla: ramitas finas de entre 15 y 30cm con yemas florales o leñosas propias de los frutales de pepita.

Brote: rama nueva y vigorosa.

Brotes laterales: los que nacen de las yemas situadas a los lados de la rama.

Cicatrización: el propio árbol genera un tejido llamado "labio cicatricial"q ue va cerrando poco a poco la herida pero esta ha de sellarse enseguida con pasta cicatrizante.

Copa: conjunto de ramas del árbol.

Corte de poda: se realiza por encima de una yema fuerte, sana y bien situada, inclinado en la misma dirección de la yema para que el agua de lluvia no se acumule en ella. 
Cortes incorrectos: el 1º, demasiado cerca de la yema, el 2º demasiado lejos.
Corte correcto: La parte de abajo del corte no queda por debajo de la yema.

Corte de retorno:  Corte realizado por encima de una ramita vigorosa y bien situada  que sustituirá a la que hemos acortado de forma que la savia no se detenga y pueda llegar al final y retornar. Esa ramita que sustituye al ápice de la rama cortada recibe el nombre de "tirasavias"

Cruz: lugar del tronco de donde surgen las ramas principales

Chupón: rama nueva muy vigorosa que crece vertical y “chupa” mucha savia. 

Dardo: ramita muy corta de hasta 8 cm típica de las drupáceas (frutas con hueso). De joven termina en una yema leñosa y después en yema de fruto.

Desbrotado: Se realiza más o menos en mayo, eliminando a mano o con navaja los pequeños brotecitos que no se desean.

Despuntar: cortar una rama por encima de una yema. Puede despuntarse en corto dejando un máximo de 5 yemas o en largo (más de 5)

Drupáceas: árboles que producen fruta de hueso.

Espolón: conjunto de lamburdas que surgen una de otra y forman ramilletes florales.

Estructura: esqueleto formado por las ramas principales.

Guía: es el extremo de las ramas  llamado también ápice.

Injerto: Consiste en colocar sobre una planta llamada patrón o portainjertos, un pedazo de otra para que se desarrolle sobre la primera. El punto de unión del injerto ha de quedar siempre al descubierto para que no desarrolle raíces. Los frutales deberían ser siempre injertados.

Lamburda: ramita corta de las pomáceas, igual que el dardo en las drupáceas.

Madera del año: Brotes o tallos que se desarrollan a lo largo de la estación en curso.

Madera de un año: ramitas que tienen ya un año de edad.

Muñón: pedazo que queda de una rama mal podada.

Pinzar: quitar, pellizcando con los dedos, el extremo tierno de un tallo.

Piso: es el conjunto de ramas insertadas a la misma altura en el tronco.

Plantón: árbol o arbusto de un año de edad como máximo.

Poda de formación: la que se realiza durante los primeros años y cuyo objetivo es formar la estructura del árbol. Conviene elegir ramas que nazcan escalonadas (no del mismo punto) y con ángulos abiertos.

Poda de fructificación: la que se lleva a cabo para favorecer la fructificación y mantener el árbol sano y productivo.

Poda de rejuvenecimiento: la que se aplica a árboles dañados, abandonados o que no han sido nunca podados.

Poda de renovación: la que se aplica a las plantas para que se mantengan vigorosos, produzcan abundante floración  y renueven sus tallos.

Poda seca o poda de invierno: debilita menos al árbol que la de verano pero las heridas son de más difícil cicatrización y el peligro de enfermedades mayor. Esta poda favorece la brotación de nuevas ramas.

Poda en verde o poda de verano: se realiza entre julio y agosto (parada estival) o en otoño hasta la caída de la hoja. Favorece la fructificación.

Ramas primarias: las que se desarrollan directamente desde el tronco del árbol y forman su estructura.

Ramas secundarias: las que se desarrollan a partir de las primarias y también forman la estructura.

Ramas estériles o ramas de madera: aseguran el crecimiento del árbol.

Ramas fértiles: las que darán fruto. La poda ha de mantener el equilibrio entre ambos tipos.

Reducción de la copa: rebajar el tamaño de las ramas principales con cortes de retorno.

Tronco o pie: su altura tiene que ver con el gasto de energía para el árbol. Cuanto más largo, más gasto. Ha de ser de sección circular y regular y estar limpio de heridas, necrosis y deformaciones.
Los árboles de pie alto (más de una metro) tienen un desarrollo más lento y producen menos y más tarde.

Vaso: es la forma de podar los frutales que semeja un vaso o copa abierta. Es la más natural y adecuada para árboles familiares.

Yema: órgano en forma de abultamiento ovalado o apuntado que se encuentra en las ramas. Las yemas dan lugar a nuevos brotes o flores según se trate de una yema de leño o vegetativa o una yema de flor. También hay yemas mixtas que dan lugar a un brote y a una o varias flores a la vez y yemas latentes o dormidas que pueden despertar con la poda.

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