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Fruta casera todo el año

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¿Parece un sueño el poder tener fruta casera durante todo el año? Pues si se vive en un lugar con clima templado, se dispone de una huerta o jardín y se tiene la precaución de planificar la compra y cultivo de los frutales, es posible y yo doy fe de ello. Aquí donde yo vivo, tenemos un clima templado pero bastante húmedo y poco soleado, no precisamente ideal para cultivar frutales. El truco está en estudiar bien cuáles pueden adaptarse a dicho clima y ver en qué época fructifican. Y así, de esta forma tan simple, más el amor que le ponemos, conseguimos recoger fruta o mantenerla fresca prácticamente todos los meses del año Estas son las que nosotros cultivamos: En enero disponemos de: Caquis, kiwis, mandarina, naranjas, limones y aguacates. En febrero Siguen los kiwis, los limones, las naranjas y los aguacates. En marzo Siguen las naranjas, los limones y los aguacates. En abril Aún quedan naranjas y limones. Estos últimos los hay durante todo el año. También sigue habiendo aguacates.

Diosma, un arbusto todo terreno

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  La diosma es un pequeño arbusto de hoja perenne que empieza a verse con frecuencia en los jardines de mi zona. El clima está cambiando, esto es una evidencia incontestable y las que más cuenta se dan de ello son las plantas. Las que antes vivían por aquí felices, con lluvias abundantes y ambiente fresco y húmedo, ahora lo pasan mal en los largos veranos, escasos de lluvias y con temperaturas mucho más elevadas. Los aficionados al jardín comenzamos a elegir plantas que resistan las nuevas condiciones y aquí entra la diosma y su repentino protagonismo. Este arbusto de un maravilloso color verde brillante, se adapta perfectamente a estas nuevas condiciones climáticas y es tan hermoso y de tan fácil cultivo que yo lo recomiendo vivamente. Florece en invierno cubriéndose de diminutas flores blanquecinas o rosadas. Es ideal para cubrir zonas soleadas y secas donde no se acumule humedad. No sobrepasa el metro de altura pero desarrolla una hermosa copa redondeada y compacta con ramillas de h

Hortalizas que cultivo con éxito en cajonera

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¿Qué hortalizas podemos cultivar en una cajonera con garantía de éxito?  Yo comencé cultivando mis hortalizas en un pequeño huerto pero surgieron problemas que me hicieron renunciar a ello. Como deseaba poder seguir con algo que me produce tanta satisfacción, opté por probar a hacerlo en cajoneras con la altura suficiente para no tener que doblar mi dolorida espalda.  El resultado fue tan estupendo que en su momento lo publiqué en este blog:  Cajoneras en el jardín para el cultivo de hortalizas Hoy os cuento qué plantas son las que he cultivado hasta la fecha, muy fácilmente y con éxito en estas preciosas cajoneras.  Comienzo por orden alfabético: Acelgas  Pongo un par de plantones entre abril y junio (también pueden ponerse en verano) en un lugar de la cajonera previamente fertilizado.  No necesitan más que un riego de vez en cuando. Enseguida empiezan a desarrollar sus hermosas hojas que voy recortando desde la base del tallo o penca y utilizando a lo largo de toda la temporada.  Alb

Aliso (Lobularia maritima) para suelos secos y pobres

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Hay zonas en nuestro jardín para las que cuesta encontrar plantas que se adapten a las condiciones tan adversas que presentan. Hablo de rincones secos, calizos y poco fértiles donde a pocas plantas les gusta vivir. El aliso (Lobularia maritima) es una pequeña planta cobertora, perenne en climas templados, que se propaga con facilidad y se adapta sin problemas a terrenos como el que he descrito. Es de la familia de las crucíferas, llamadas así porque tienen flores con cuatro pétalos dispuestos en forma de cruz. Tanto las flores como las hojas del aliso son diminutas pero las produce con tanta profusión que forman una mancha de color que se mantiene parte de la primavera y durante casi todo el verano. Los tallos, muy delgados van creciendo y desarrollando nuevas flores es sus extremos. Por detrás de las flores van quedando los frutos cuyas semillas caen al suelo y forman nuevas plantas. Las flores aparecen desde el primer año. Las hay de color blanco, un blanco resplandeciente, y de colo

Campos floridos en primavera

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Llega la primavera y año tras año, nos asombramos con los campos inundados de flores. Flores silvestres de todos los colores conformando hermosos jardines naturales que nadie tiene que plantar, regar o cuidar, que se encuentran por todas partes y de los cuales todos podemos disfrutar. No solo en el Valle del Jerte, en Las Caderechas o en Guadalajara. También en cualquier rinconcito del resto de la geografía. Una pequeñísima muestra: Cornalvo, en Extremadura. Un pequeño paraíso. Otro campo, también en Extremadura, cubierto de margaritas y viboreras entre otras. Arvejas en la provincia de Palencia. Campanillas azules en la orla de un bosque en Vizcaya. Colza (Brassica napus) en los campos de Aragón. Lavanda en Zamora. Otra vez, Extremadura. Gladiolos silvestres en las Islas Baleares. Al fondo, las flores moradas de Moricandia arvensis al lado de la autopista. Campos de adormidera en Álava. Amapolas en León. Nenúfares en los ríos de Castilla. Setaria pumila, en las cunetas de una carreter

Condiciones ideales para el cultivo de tomates.

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Aquí en mi tierra adoptiva, no hay huerto que se precie que no cultive sus buenas plantas de tomate pese a  que las condiciones climáticas no sean exactamente las más favorables ya que estas hermosas y productivas plantas son propias de zonas tropicales. En su habitat natural, son plantas perennes pero en climas templados como el nuestro, se cultivan como anuales. Hablaremos hoy de las condiciones edafoclimáticas (características del clima y del suelo de un lugar) adecuadas para el cultivo ideal de unos buenos y sabrosos tomates: Temperatura Las temperaturas óptimas oscilan entre los 20ºC y 30ºC durante el día y entre 1ºC y 17ºC de noche a lo largo de al menos tres meses. Temperaturas superiores o inferiores a éstas, afectan negativamente a la planta y al desarrollo de sus flores y frutos.  Si las temperaturas superan los 30ºC, el desarrollo de las flores y por lo tanto la fructificación, resultan afectados. Si nuestras temperaturas e insolación son escasas, hay que procurar que sus ra