DISFRUTAR CON EL HUERTO Y EL JARDÍN

Vivimos cambios en el clima y el jardín se adapta. No queda más remedio si queremos seguir viéndolo bonito. Hemos comenzado a eliminar plantas que no aguantan la sequía ni las altas temperaturas y a sustituirlas por otras todoterreno a las que les gusta el sol y no necesitan riego. Entre ellas está el espliego (Lavandula angustifolia) que es un pequeño arbusto que alcanza los 80 cm de altura, de hoja perenne y flores agradablemente perfumadas. Desarrolla cortas ramas leñosas de las que surge una copa frondosa.  Sus tallos son tetragonales y están cubiertos de una ligera pelusilla que les da un color verde azulado. Sus hojas son opuestas, sésiles (sin peciolo) y lineares con borde muy lobulado. Las flores, de color azulado, lila o morado, son muy pequeñas y están dispuestas en verticilos y reunidas en inflorescencias en forma de espigas de hasta 10 cm de largas, situadas en el extremo de largos y finos tallos. La inflorescencia termina en un penacho de brácteas de color algo más acentua

Solemos poner el acento en las plantas del jardín pero ¿y el maravilloso espectáculo de los frutales cargados de flores? ¿Y qué decir de los comportamientos curiosos de algunas de estas flores?.  Esta temporada he hecho una recopilación de los que cuidamos en nuestro huerto. Va por orden alfabético, así pues comienzo con: El aguacate (Persea americana), llamado también palto o avocado. Sus flores nacen en racimos, son muy pequeñas (unos 6 mm de diámetro) y de color amarillo verdoso. Lasa flores del aguacate tienen parte masculina (estambres) y femenina (gineceo) pero no se polinizan a sí mismas. Para ello, lo que hacen es funcionar como femeninas durante una parte del día y como masculinas la otra. Es por esto que siempre es necesario tener cerca otro aguacate que realice la función inversa para que las flores puedan polinizarse y convertirse en frutos. El almendro  (Prunus dulcis) Tiene una floración tan hermosa que en algunos lugares como Inglaterra, aunque el clima malogra las cosec

Hola amigos y amigas de este blog.  Llega la época de brotación de los frutales y con ella la visita de esos insectos tan indeseables llamados pulgones, que pueden llegar a ser una auténtica plaga para nuestros árboles. Ya sabéis que esos diminutos bichitos de color verde, negro o dorado, se asientan en los brotes nuevos y se dedican, no solo a chupar su savia sino también (y peor) a transmitirles enfermedades que pueden llegar a ser graves. Pero los pulgones no tienen alas. ¿Cómo es entonces que llegan hasta allí? Son las hormigas, que se alimentan de una especie de melaza producida por ellos, las que los llevan, los cuidan y trasladan de unas ramitas a otras, los pastorean con esmero para que su producción de melaza sea grande y buena. Así que si queremos que nuestros frutales no padezcan con los pulgones, lo primero que hemos de hacer es impedir que las hormigas suban y bajen por el tronco.  Para ello, yo utilizo:  Una cinta de plástico de las de embalaje. Un insecticida (que encont